Intento cambiar de tema, pero no me dejan. Bien por el PLD que hace un tímido llamado a la cordura, aunque en sus dieciséis años de gobierno pudo haber sentado las bases de una política migratoria decente. No lo hizo, por el mismo populismo que hoy empuja al PRM a una política de la crueldad.
Los vinchos acusan a Leonel; Omar le responde, y con razón, recordando que durante parte de esos años los propios vinchos dirigieron Migración. Es una tragicomedia de cinismo: los principales partidos y grupos económicos han sido cómplices. Durante más de un siglo, obreros haitianos han sido traídos para hacer los trabajos que los dominicanos ya no quieren. Han construido este país, cosechan nuestros alimentos, limpian nuestras casas. Y a cambio, los tratamos como parias.
La inmigración haitiana subsidia con su vulnerabilidad el desarrollo dominicano. Pero en lugar de reconocerlo, la usamos como chivo expiatorio. Esa es la traba de nuestra democracia en el siglo XXI. No habrá Estado moderno ni país verdaderamente libre mientras sigamos alimentando un odio tan estéril como viejo.