La Antigua Orden Dominicana no es un grupo de opinión: es una red de fanáticos que promueve el odio, la violencia y la ignorancia.
Llevan años atacando organizaciones internacionales, ferias del libro, actos pacíficos, hasta ministros de gobierno. Pretenden imponer a gritos y amenazas su visión oscura de la sociedad, pisoteando la Constitución que fingen defender.
Ayer, otra vez, intentaron intimidar a dominicanos y dominicanas de buena voluntad que marchaban para honrar la gesta de abril de 1965. La AOD no honra la patria: la traiciona. Su derrotero es el atraso, la intolerancia y el oscurantismo. Sus acciones violan abiertamente el derecho a la libre expresión y ponen en riesgo la seguridad pública. No defienden la República; la ponen en peligro.
¿Quién los financia? ¿Qué intereses oscuros los sostienen? Más temprano que tarde, el gobierno dominicano tendrá que despertar. La inteligencia del Estado debe actuar. Hay redes extremistas que no solo infectan las redes sociales: amenazan la calle.