Roma, (EFE).— El papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, será sepultado en la basílica de Santa María La Mayor de Roma, cumpliendo su última voluntad. A diferencia de otros pontífices recientes, como Benedicto XVI, Francisco eligió no ser enterrado en la cripta vaticana, sino junto al icónico icono de la Salus Populi Romani, al que fue profundamente devoto durante todo su pontificado.
📌 ¿Por qué el papa Francisco eligió Santa María La Mayor como lugar de sepultura?
Santa María La Mayor no es solo una de las cuatro basílicas papales más importantes de Roma; es también el hogar de la imagen mariana más venerada por los romanos: la Salus Populi Romani. Esta representación bizantina de la Virgen María con el Niño Jesús fue un punto de referencia espiritual constante para el pontífice argentino, quien rezó ante ella antes y después de cada viaje, y la visitó tras salir del hospital Gemelli en marzo pasado.
Incluso durante la histórica oración por el fin de la pandemia, en marzo de 2020, el papa colocó esta imagen en el centro del Vaticano, junto al crucifijo de San Marcelo.
🌟 Un legado de humildad y devoción
Con esta decisión, Francisco reafirma su humildad, alejándose de los protocolos tradicionales del Vaticano. En lugar de la majestuosa cripta de San Pedro, eligió una capilla más modesta pero profundamente simbólica, donde reposará eternamente bajo la protección de la Virgen que marcó su vida y su misión como líder de la Iglesia Católica.
🏛️ La historia y significado de Santa María La Mayor
Situada en la colina del Esquilino, Santa María La Mayor es la basílica mariana más antigua de Roma. Su origen se remonta a una legendaria nevada en pleno verano del año 352 d.C., interpretada como señal divina para construir el templo. Además, guarda un fuerte vínculo con España: su artesonado fue elaborado con oro traído del Nuevo Mundo, ofrecido por Isabel La Católica, y sus reyes han sido protocanónigos honorarios por siglos.
🕊️ El papa Francisco descansa donde vivió su fe: al pie de María
Esta elección no solo honra su devoción personal, sino que también envía un poderoso mensaje al mundo católico: el amor a María, la cercanía al pueblo y la espiritualidad humilde siguen siendo el corazón del legado del papa Francisco.