El exmandatario ya había sido proclamado como candidato el pasado 31 de marzo
Entre Ríos (Bolivia), (EFE).— El expresidente Evo Morales (2006–2019) volvió a proclamarse este sábado como candidato presidencial para las elecciones generales de Bolivia, previstas para el próximo 17 de agosto, aunque aún no ha confirmado bajo qué sigla política competirá.
Durante un acto masivo en Entre Ríos, en el Trópico de Cochabamba —su bastión político y sindical— Morales arengó a sus simpatizantes asegurando que ganará las elecciones. “Estamos convencidos de que vamos a ganar este año. Por eso nos tienen tanto miedo, tanta bronca, tantas difamaciones (…) Unidos somos invencibles, movilizados inalcanzables”, expresó.
El exmandatario ya había sido proclamado como candidato el pasado 31 de marzo, en el marco del congreso nacional donde se creó la agrupación política ‘Evo Pueblo’, tras su ruptura con el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lideró por años y del que renunció formalmente.
Aunque evitó revelar la identidad del nuevo partido con el que postulará, aseguró que “la sigla está garantizada” y que no la revela por “razones de seguridad”. Pidió confianza a sus seguidores y reiteró su mensaje de lucha contra la derecha boliviana: “La derecha no volverá”.
Tensión en el oficialismo y críticas a Rodríguez
El evento se llevó a cabo sin la presencia del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, dirigente cocalero y figura próxima a Morales, quien ha sido considerado por algunos sectores como posible candidato presidencial. No obstante, seguidores de Morales lo criticaron duramente durante el acto, insistiendo en que Evo es “el único líder” legítimo del movimiento.
El Movimiento al Socialismo, tras la salida de Morales, quedó bajo la dirección de Grover García, cercano al actual presidente Luis Arce, con quien Morales mantiene una relación tensa desde 2021 por diferencias políticas y estratégicas.
Procesos judiciales pendientes
Morales enfrenta una investigación por trata agravada de personas, acusado de haber tenido una relación con una menor de edad en Tarija durante su mandato, y de haber tenido un hijo con ella en 2016. Aunque una orden de captura fue emitida en su contra en octubre pasado, la Policía aún no la ha ejecutado.
El exmandatario no ha salido del Trópico de Cochabamba desde noviembre de 2024. Sus seguidores mantienen vigilias permanentes para evitar que sea detenido por las autoridades.
Bolivia se encamina hacia un proceso electoral marcado por divisiones internas en el oficialismo y una creciente tensión política entre el ala evista y el sector que respalda al presidente Arce.
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