La privatización de la salud en la República Dominicana
Por Arismendy Díaz Santana
Orígenes del sistema de salud pública en la República Dominicana
A principios del siglo XX, las Juntas de Sanidad, creadas en 1908, se encargaban de fiscalizar la higiene y salubridad pública. En 1919, durante la Intervención Norteamericana, se creó la unidad de Salud Pública, que más tarde se convirtió en la Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficencia y, en 1941, en la Secretaría de Sanidad y Asistencia Pública.
Sin embargo, fue bajo el régimen de Trujillo que se estableció un modelo sanitario con características autoritarias. En 1956, se aprobó el Código Trujillo de Salud Pública, centrado en la atención curativa, excluyente y asistencial, en lugar de promover políticas preventivas y equitativas.
La situación sanitaria bajo Trujillo
En 1930, la República Dominicana contaba con solo 9 hospitales y un laboratorio nacional. El 70 % de la población vivía en áreas rurales y carecía de servicios médicos, confiando en los curanderos y remedios caseros. Las comadronas eran las encargadas de la mayoría de los partos, lo que resultaba en una alta mortalidad maternal e infantil.
La situación era alarmante: la mayoría de la población era analfabeta, descalza, y tenía una esperanza de vida de apenas 48.4 años, según el Dr. Héctor Mateo. A pesar de estos desafíos, el régimen de Trujillo implementó medidas como la obligación de vacunarse y la prohibición de andar descalzo, en parte para asegurar una mayor demanda para la FADOC, la fábrica de calzado de su gobierno.
La creación de la Caja del Seguro Social
En marzo de 1948, se creó la Caja del Seguro Social, aunque con grandes limitaciones y exclusiones, propias de la dictadura. La cobertura era extremadamente limitada, y los servicios hospitalarios se concentraban en lo más básico, sin atención especializada. Esta situación llevó a la creación de varios institutos autónomos, impulsados por la sociedad civil y médicos comprometidos, para mejorar el sistema de salud.
La privatización de la alud: un legado de Trujillo
El régimen de Trujillo inició el proceso de privatización de la salud pública al permitir que los hospitales cobraran tarifas por servicios médicos, incluso en hospitales públicos. A pesar de los avances, el modelo sanitario impuesto por Trujillo era caro, excluyente y clientelista. Además, estableció un sistema en el que los médicos no estaban supervisados y los presupuestos de los hospitales no estaban relacionados con los servicios prestados.
El Dr. Daniel Guzmán (QEPD) señaló que, aunque hubo mejoras en comparación con la situación inicial, el gobierno de Trujillo mantuvo el sistema de salud bajo control político y burocrático, sin permitir la crítica ni la mejora en los servicios. Las estadísticas sanitarias eran manipuladas, y el gobierno no permitía que se cuestionaran los datos oficiales.
Un sistema de salud mercantilizado: La continuidad con Balaguer
El proceso de privatización no terminó con la caída de Trujillo. El gobierno de Balaguer aceleró esta tendencia, y los gobiernos posteriores continuaron con un sistema de salud que mercantilizó los servicios públicos. Aunque se modernizó tecnológicamente, el sistema se quedó atrapado en las mismas estructuras tradicionales de gestión y prestación de servicios.
Según la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA), las reformas e inversiones han sido insuficientes, ya que se han centrado en la modernización tecnológica, sin mejorar la gestión ni la equidad en el acceso a los servicios de salud. Las modalidades de atención continúan siendo desactualizadas, lo que impide avanzar hacia un sistema de salud más justo y accesible para todos.