Nora Aunor nació el 21 de mayo de 1953 en la ciudad de Iriga, al pie del volcán Mayon, en la provincia de Camarines Sur
Manila, (EFE).- La galardonada actriz filipina Nora Aunor, una auténtica superestrella del cine del país asiático, ha fallecido a los 71 años, dejando un legado imborrable con papeles icónicos a lo largo de sus más de siete décadas de carrera.
“Marcó a varias generaciones con su incomparable talento, gracia y pasión por el arte. Su voz, su presencia y su arte forjaron un legado que nunca se desvanecerá”, expresó este jueves su hija Lotlot de León en la red social Instagram, confirmando el triste deceso de su madre, aunque no reveló la causa de su muerte.
El hijo de Aunor, Kristoffer Ian De Leon, también expresó su dolor en una publicación en Facebook, detallando que la actriz falleció el miércoles 16 de abril.
“Su bondad, sabiduría y hermoso espíritu conmovieron a todos los que la conocieron. La echaremos de menos más allá de las palabras y la recordaremos siempre”, escribió, con un profundo sentimiento de pérdida.
Un comienzo humilde y un ascenso imparable
Nora Aunor nació el 21 de mayo de 1953 en la ciudad de Iriga, al pie del volcán Mayon, en la provincia de Camarines Sur, en Filipinas. Proveniente de una familia humilde, su primer paso en el mundo del espectáculo fue como cantante en la década de 1960, donde comenzó a forjar su carrera en pequeños escenarios. Sin embargo, fue su transición a la televisión y la industria cinematográfica lo que consolidó su lugar como una de las artistas más grandes y queridas del país.
En 1967, después de ganar un concurso local de talentos, fue descubierta por productores de medios, lo que la llevó a mudarse a Manila en 1968, donde su carrera despegó tanto en el cine como en la música. La actriz ganó rápidamente notoriedad gracias a su talento, dedicación y una presencia en pantalla única.
Películas icónicas y premios
A lo largo de su carrera, Aunor protagonizó más de 170 películas, series de televisión y producciones teatrales, convirtiéndose en un nombre inolvidable en la cinematografía filipina. Entre sus películas más emblemáticas se encuentran “The Flor Contemplacion Story” (1995), que relataba la trágica historia de una mujer filipina ejecutada en Singapur, y “Himala” (1982), un aclamado drama religioso que le valió reconocimiento internacional.
Aunor no solo destacó por su talento actoral, sino también por su capacidad para interpretar y transmitir las emociones más profundas, lo que le permitió ganar numerosos premios a lo largo de su carrera. Entre sus distinciones más prestigiosas se encuentran Premios FAMAS, Premios de la Academia de Cine de Filipinas y el Premio Gawad Urian. Además, su música fue igualmente celebrada con varios álbumes que la posicionaron como una de las artistas más versátiles de Filipinas.
En 2022, recibió el título de artista nacional de Filipinas, el mayor reconocimiento artístico del país, un honor que celebraba su extensiva filmografía y el impacto cultural que había tenido a lo largo de más de 70 años de carrera. Un legado que, según la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes, fue “superado solo por el número de premios y menciones que recibió de organizaciones locales e internacionales”.
Controversias y reivindicación
Su camino al éxito no estuvo exento de controversias. En 2014, el entonces presidente de Filipinas, Benigno Aquino, denegó la entrega del premio de artista nacional a Aunor debido a un arresto en 2005 en Los Ángeles por posesión de metanfetamina. Este incidente generó una fuerte división en la opinión pública filipina, y aunque Aunor nunca fue condenada por el delito, la controversia persistió. A pesar de todo, su arte y su dedicación a las artes fueron finalmente reconocidos con este importante galardón en 2022.
Un legado que perdura
El impacto de Nora Aunor no se limita solo a su vasta filmografía, sino también a su compromiso social. A lo largo de los años, la actriz se destacó por su trabajo en causas humanitarias, abogando por los derechos de las mujeres y los niños en Filipinas. Su presencia y su voz seguirán siendo una inspiración para las nuevas generaciones de artistas y activistas.
Aunor falleció dejando un vacío irremplazable en el corazón de millones de filipinos y en la industria del entretenimiento de Filipinas. Como dijo su hija en su publicación: “Su legado nunca se desvanecerá”. Y así, la memoria de esta superestrella continuará brillando, inspirando y siendo recordada por todos los que tuvieron el privilegio de disfrutar de su arte.
