Un hito en la lucha contra el cambio climático

Europa. Se cumplen 20 años de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, el primer acuerdo internacional jurídicamente vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principales responsables del cambio climático.

Antecedentes del protocolo de Kioto

El Protocolo de Kioto fue adoptado en 1997 durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y entró en vigor el 16 de febrero de 2005 tras la ratificación de suficientes países para cumplir con el requisito del 55% de las emisiones globales.

El acuerdo establecía compromisos concretos de reducción de emisiones para los países desarrollados, fijando una reducción media del 5.2% con respecto a los niveles de 1990 en un período comprendido entre 2008 y 2012.

Impacto y evolución

Aunque el Protocolo de Kioto representó un avance significativo en la lucha contra el calentamiento global, su efectividad se vio limitada por la no participación de países clave como Estados Unidos, que nunca ratificó el acuerdo, y la creciente emisión de gases por parte de economías emergentes como China e India, que no tenían compromisos obligatorios.

En 2015, el Acuerdo de París reemplazó a Kioto con un enfoque más inclusivo, comprometiendo a todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, a tomar medidas para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C, con esfuerzos para mantenerlo en 1.5°C.

Retos y desafíos actuales

A pesar de los avances logrados en las últimas dos décadas, el cambio climático sigue siendo una de las principales amenazas globales. Científicos y activistas advierten que los compromisos actuales siguen siendo insuficientes y que es necesario un esfuerzo mucho mayor para evitar consecuencias catastróficas.

El Protocolo de Kioto sentó las bases para la acción climática internacional y su legado sigue vigente en las estrategias globales para reducir las emisiones y combatir el calentamiento global.