Ciudad del Vaticano, (EFE).- El Papa Francisco instó este viernes a “unir fuerzas” y a “llamar a cada uno a sus responsabilidades” para erradicar la trata de personas, un fenómeno global que, según aseguró, sigue cobrando millones de víctimas. En su discurso en la Casa Santa Marta, el pontífice pidió a los gobiernos y organizaciones que promuevan iniciativas en defensa de la dignidad humana, recordando la urgencia de actuar ante este flagelo.
Francisco recibió a una delegación de la red ‘Talitha Kum’, con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, y subrayó que “la trata no se detiene ante nada” y constantemente encuentra nuevas formas de infiltrarse en las sociedades. A pesar de haber tenido que trasladar sus actos a su residencia debido a una bronquitis, el papa destacó la necesidad de colaboración internacional para enfrentar este crimen.
En su mensaje, recordó a Santa Josefina Bakhita, una figura emblemática que fue víctima de la trata, y cuya historia “muestra cómo, con la gracia del Señor, es posible romper las cadenas de la injusticia y convertirse en portadores de esperanza para los demás”. También hizo un llamado a no permanecer indiferentes, destacando la importancia de que todos se sumen a la lucha contra esta forma de delincuencia que explota a los más vulnerables.
“El comercio de cuerpos, la explotación sexual, incluso de niños y niñas, y los trabajos forzados son una vergüenza y una grave violación de los derechos humanos”, aseguró el Papa. En ese sentido, alentó a las organizaciones y personas que forman parte de la red ‘Talitha Kum’ a continuar su labor, poniendo a las víctimas y sobrevivientes en el centro, amplificando sus voces y atendiendo sus heridas.

La audiencia coincidió con la celebración de la XI Jornada Mundial contra la Trata de Personas, y el Papa reiteró las reflexiones que previamente había compartido con la delegación, cuestionándose cómo alimentar la esperanza ante las millones de personas, en su mayoría mujeres, niños, migrantes y refugiados, atrapadas en la esclavitud moderna.
En su intervención, Francisco destacó que la trata es un fenómeno complejo y en constante evolución, alimentado por las guerras, el hambre y el cambio climático. Por ello, instó a una respuesta global y un esfuerzo común a todos los niveles para contrarrestarlo, invitando a los gobiernos y organizaciones a unirse en la promoción de la dignidad humana y la eliminación de la trata de seres humanos en todas sus formas.
“Juntos lograremos crear las condiciones para que la trata y la explotación sean proscritas y para que siempre prevalezca el respeto de los derechos humanos”, concluyó el Papa, reforzando la necesidad de actuar con unidad y determinación.