El Barrio Egipto Recibe a Melchor, Gaspar y Baltasar
Bogotá, (EFE).- Como ha sido tradición por 110 años, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron este domingo al barrio Egipto, en el centro de Bogotá, donde eran esperados por miles de personas que acudieron a la puesta en escena de su llegada al pesebre de Belén, en la fiesta de Reyes Magos.
La celebración, alrededor de la Iglesia Nuestra Señora de Egipto, ha sido un festival en el que se mezcla lo gastronómico con un carnaval que devuelve a los bogotanos a los días de la chicha y el entretenimiento de comienzos del siglo pasado.
“Esta es una de las manifestaciones culturales más antiguas que tiene la capital colombiana. Según el Archivo de Bogotá, la Fiesta de Reyes Magos y Epifanía nació en 1914 y hoy, 110 años después, sigue siendo una fiesta viva, cargada de tradición y unión”, expresó a EFE la alcaldesa de la localidad de La Candelaria, Angélica María Angarita.

La funcionaria explicó que la fiesta de los Reyes Magos, que se celebra el 6 de enero, en el barrio se recrea durante tres días: del 4 al 6, para dar más oportunidad a la gente de participar.
El Lugar de la Celebración
Camilo Henao, músico y sacristán de la parroquia de la Ermita de Nuestra Señora del Destierro y Huida a Egipto, recordó que tiene su origen en una antigua capilla que comenzó a ser construida entre 1633 y 1656 por iniciativa del clérigo Jerónimo de Guevara y Troya.
“Comenzó a construirse pensando en los pobres, que en esa época no tenían la ropa para asistir a la Catedral Primada de Colombia, que queda a unas pocas cuadras del lugar”, explica el sacristán.
El Auto Sacramental y la Participación Comunitaria
Básicamente lo que se hace cada año en la fiesta de Reyes Magos es “el auto sacramental (obra teatral de carácter religioso, propio del Barroco español) que es la representación de la visita de los Reyes Magos al pesebre donde nació Jesús”.
Por su parte, Maikol Steven Ortiz, quien representa a Melchor, considera que la comunidad del barrio lo que hace es “contar la historia, recrearla, porque no se pueden perder las costumbres”.

En la representación participan por lo menos 50 vecinos que se rotan cada año para dar oportunidad a más personas de participar en esta fiesta, que este año no se pudo hacer al aire libre debido a la lluvia y se celebró en el templo.
El Diablo que Reparte Cristos
Uno de los personajes que se roba la atención en el barrio Egipto es el diablo, este año representado por Jorge Eliécer Vargas, quien luego de seis años de personificar a un ángel decidió “darle un vuelco a su vida como actor”.
“Durante seis años representé un angelito en la puesta en escena de los Reyes Magos, pero me di cuenta de que podía ser otro personaje porque hago teatro, entonces me volví diablo y ahora asusto a la gente pero también reparto regalos a los niños del sector”, explica Vargas, que lleva en una mano el tridente.
Vestido de rojo y con cuernos, Vargas asegura que lo fundamental de la fiesta de Reyes Magos es la representación teatral de la visita de los Reyes al Niño Dios que había nacido en Belén de Judea, al que le llevaron oro (Melchor), incienso (Gaspar) y mirra (Baltasar).
Aparte de su indumentaria y las constantes carcajadas, el diablo que merodea por el barrio Egipto destaca la razón de regalar pequeñas réplicas de Cristo Crucificado, hechas en metal.
“Fueron bendecidos y eso tiene un significado religioso muy importante para nosotros los católicos, alrededor de la Iglesia Nuestra Señora de Egipto”, explica a EFE en la nave central del templo, declarado Bien de Interés Cultural Nacional en 1975.
Más de 30.000 Personas Esperadas
Años atrás, en paralelo a la fiesta de los Reyes Magos, explica Vargas, la gente “quemaba al diablo” como personificación de todo lo malo.
Se espera que a lo largo de los tres días de celebración acudan más de 30.000 personas que podrán saborear platos típicos preparados por emprendedores del barrio.
“Acá hay comida para el cuerpo y para el alma”, dice a EFE Rosenda Parra, quien proclama que su chicha es “la mejor de todas” y subraya que es una bebida ancestral muy apreciada por los indígenas del país.