Madrid. El 7 de septiembre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que gobernaría «con o sin» el apoyo del Legislativo. Fue la verbalización de su debilidad parlamentaria y la constatación de que no tiene el acuerdo de legislatura del que presumía.
El dato es relevante si se compara con los primeros diez meses de legislatura: entre diciembre y junio se celebraron catorce sesiones de control y Sánchez acudió a trece, lo que representa el 92,9 por ciento de asistencia.