Santiago de Chile, (EFE).- Más de tres décadas después de que la Iglesia católica logrará censurar el que iba a ser su debut en Chile, Iron Maiden regreso este miércoles al país andino para su décimotercer concierto, uno de los más espectaculares ofrecido por la banda británica de «Heavy Metal» en tierras sudamericanas.
Aunque el guión fue el de siempre, con su mítico arranque ‘Doctor, Doctor’, el clásico de UFO, la combinación de dos grandes discos como son el experimental ‘Somewhere in Time’ (1986) y el actual, ‘Senjutsu’ (2023), con el que el grupo ha recuperado su sonido y potencia original, convierte la experiencia en un sonograma lleno de giros y matices.
Matices que, sin embargo, tardaron algo en calar en las más de 60.000 personas que abarrotaron el Estadio Nacional de Santiago en la primera de los dos conciertos programados de su actual gira ‘The Future Past Tour’.
Y es que ‘Senjutsu’ probablemente sea uno de los mejores álbumes de los británicos, pleno de canciones redondas, con una gran instrumentalización que hará que con el paso de los años se coloque entre los mejores de su extenso y prolífico repertorio, pero parece que no ha prendido mucho en el publico chileno, menos entusiasta que de costumbre.
Una suerte de extraña apatía que se tornó locura y desenfreno con la entrada de ‘Can I play with maddness?’, una de las canciones más inspiradas del ‘Somewhere in Time’ y que Dickinson entonó con su característica hiperactividad en un escenario sin gran atrezo, dominado por imágenes proyectadas de una ciudad futurista.
Locura que derivó en éxtasis minutos después con otro de los clásicos del álbum de 1986: ‘Caught Somewhere in Time’ durante la que Dickinson mantuvo una dura batalla con uno de los tres ‘eddies’ que hicieron aparición durante la noche, precisamente el que aparece en la portada del citado disco.
De ahí hasta el final, volvió la «doncella de hierro»de siempre con sus clásicos ineludibles: ‘Iron Maiden’, ‘The Tropper’, ‘Fear of The Dark’, mezclados con canciones cumbres como ‘Alexander the Great’ -tocada por primera vez en directo en Santiago-, temas nuevos que serán hitos futuros como ‘Death of the Celts’ para acabar en la cúspide con ‘Wasted Years’.
El colofón a cinco años de espera para el público chileno -a causa de la pandemia-, que como el propio Dickinson dijo durante las dos horas que duró el recital, es «uno de los que más queremos».