Río de Janeiro, 22 oct (EFE).- Brasil puede convertirse en la primera gran economía del mundo en alcanzar la neutralidad de carbono, y lo lograría en 2045 en caso de que adopte medidas para reducir al máximo las emisiones contaminantes generadas por su sector energético, según un estudio divulgado este martes.
En caso de que consiga reducir en 80 % las emisiones por energía, lo que lograría con el abandono gradual de los combustibles fósiles, Brasil se convertirá en 2045 en la primera entre las grandes economías en secuestrar más gases de efecto invernadero que los que emite, según el estudio del Observatorio del Clima.
De acuerdo con esta red que agrupa a 119 organizaciones ecologistas y centros de estudio, la mayor economía latinoamericana está en condiciones de reducir sus emisiones del sector energético desde 462,9 millones de toneladas en 2022, hasta 102,1 millones de toneladas en 2050.
La organización destaca que la gran ventaja frente a las otras grandes economías es que Brasil es actualmente el país con mayor participación de las fuentes renovables en su matriz eléctrica (90 %) y energética (49,1 %).
Al contrario de otras grandes economías, en que el sector energético es responsable por la mayoría de la generación de carbono, en Brasil la principal fuente es la deforestación, con el 48,3 % de las emisiones, seguida por la agropecuaria (26,6 %).
El sector energético solo contribuye con el 17,8 %.
De acuerdo con el estudio, en caso de que Brasil no adopte medidas, llegará a 2050 con emisiones anuales superiores a los 559 millones de toneladas, por encima del máximo histórico.
El informe «Futuro de la Energía: Propuesta del Observatorio del Clima para una transición justa en Brasil» detalla, con metas y compromisos firmes, las medidas necesarias para reducir las emisiones del sector energético.
La propuesta tiene en cuenta el crecimiento esperado de la demanda energética en los próximos años en caso de que Brasil consiga un crecimiento anual del 2,1 % de su PIB hasta 2050.
«El estudio muestra que es posible reducir el uso de combustibles fósiles incluso en un escenario de crecimiento económico», aseguró la coordinadora de políticas públicas del Observatorio, Suely Araújo.
La red propone directrices para reducir las emisiones en las áreas de transporte de carga y pasajeros, producción de combustibles y biocombustibles, y generación de electricidad.
Con los esfuerzos en estos sectores, Brasil puede reducir sus emisiones netas en un 92 %, desde 2.440 millones de toneladas en 2005 hasta 200 millones de toneladas ya en 2035, y comprometerse con una nueva y más ambiciosa meta en el Acuerdo de París.
«A pesar de que es imprescindible, reducir a cero la deforestación de la Amazonía no es suficiente para que Brasil cumpla sus metas climáticas», aseguró la entidad.
Según la propuesta, el principal reto es reducir las emisiones lanzadas por el transporte de cargas, que es mayoritariamente por carretera y respondió por la cuarta parte de todas las emisiones contaminantes del sector energético en 2022.
Mediante el aumento del biodiesel, una electrificación parcial concentrada en los camiones medianos y el aumento de la eficacia, es posible que las emisiones del transporte de cargas caigan a 68,6 millones de toneladas en 2045 y a 38,3 millones en 2050, según el estudio.