El Cairo (EFE) – El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi ha solicitado una reducción en la duración máxima de la prisión preventiva, actualmente establecida en dos años, y ha instado a que esta medida no se utilice como castigo. Esta petición surge en un contexto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos que han denunciado el uso excesivo de la prisión preventiva para reprimir a opositores, disidentes y activistas en Egipto.
En un comunicado, la Presidencia egipcia destacó que al Sisi enfatizó la necesidad de que la prisión preventiva se mantenga como una medida cautelar necesaria para la investigación y no como un castigo. Además, el presidente subrayó la importancia de explorar alternativas a la prisión preventiva y de considerar la indemnización material y moral para aquellos que hayan sido sometidos a esta medida de forma injusta, aunque no se dieron detalles adicionales sobre cómo se implementaría esto.
Este pronunciamiento sigue a las recomendaciones del Diálogo Nacional, una iniciativa que al Sisi impulsó en 2022 para incluir a diversos movimientos políticos en Egipto. El presidente ordenó que estas recomendaciones se enviaran al gobierno para su rápida implementación, en un esfuerzo por alinear las prácticas del país con la Constitución egipcia y la Estrategia Nacional de Derechos Humanos.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han criticado repetidamente el régimen de al Sisi desde su llegada al poder en 2013. Estas organizaciones han señalado que el gobierno egipcio ha usado la prisión preventiva prolongada para castigar a quienes considera opositores, activistas y defensores de derechos humanos. A pesar de que la ley establece un límite de dos años para la prisión preventiva, a menudo las autoridades judiciales añaden nuevos cargos a los detenidos para prolongar su estancia en prisión, eludiendo así el plazo legal.
El derecho internacional establece que la prisión preventiva debe ser una medida temporal destinada a prevenir daños adicionales o la obstrucción de la justicia, y no un castigo. Esta medida debe usarse de manera estricta y no debe prolongarse más allá de lo necesario para completar las investigaciones.
