Santo Domingo– El Cementerio Parque del Prado celebró una emotiva eucaristía en honor a los padres, tanto aquellos que han partido como los que siguen entre nosotros, destacando su papel como pilares inquebrantables en nuestras vidas. La ceremonia, presidida por el sacerdote César Peralta, se convirtió en un momento de profunda reflexión y consuelo para todos los presentes.
La misa no solo conmemoró a los padres fallecidos, sino que también celebró la figura paterna como un reflejo del amor incondicional de Dios. Durante la homilía, el padre Peralta resaltó la importancia de los padres como guías, protectores y maestros sabios, recordando a los asistentes la perdurabilidad de su legado.
El evento, cargado de significado, ofreció un bálsamo para el alma con su mensaje de esperanza y gratitud. El sacerdote invitó a los asistentes a recordar con cariño los momentos compartidos con sus seres queridos, enfatizando que la memoria de los que han partido sigue viva en cada acto de amor y bondad.
La ceremonia fue acompañada por un coro musical, cuyas melodías sacras y himnos tradicionales elevaron el espíritu de los asistentes, creando una atmósfera de serenidad y paz. Además, se contó con la presencia de un equipo de la Cruz Roja Dominicana, Defensa Civil y miembros de la Policía Nacional para asegurar el bienestar y la seguridad de todos los presentes.
Los asistentes ofrecieron ofrendas florales durante la misa, las cuales fueron bendecidas y posteriormente colocadas en las tumbas de sus seres queridos como señal de homenaje y respeto. Este acto de tributo reflejó el cariño y la honra hacia los padres, destacando la continuidad de su amor incluso después de su partida.
A lo largo de los años, el Parque del Prado ha mantenido la tradición de realizar celebraciones eucarísticas en honor a aquellos que ya no están físicamente con nosotros, como una forma de preservar la memoria y fortalecer los lazos familiares. La ceremonia de este año reafirmó el compromiso del parque con el legado de amor y respeto hacia los seres queridos que han dejado una huella imborrable en nuestras vidas.
