Nairobi (EFE).- El presidente de Kenia, William Ruto, ha tomado decisiones drásticas en respuesta a las masivas protestas que sacudieron al país en las últimas semanas. Anunció la disolución de todo su Gobierno, con excepción del ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente, así como la destitución del fiscal general. Estas medidas se derivan de las intensas manifestaciones que comenzaron como protestas contra un proyecto de ley de aumento de impuestos y se convirtieron en una ola de críticas y descontento generalizado hacia el gobierno.
Ruto, en un mensaje televisado desde la State House en Nairobi, explicó que la retirada del proyecto de Ley de Finanzas fue una respuesta directa a las manifestaciones y que ahora se necesita una revisión y reorganización del presupuesto y la gestión fiscal del país. Además, anunció su intención de formar un Gobierno de base amplia mediante consultas con diversos sectores y formaciones políticas para implementar medidas urgentes contra la deuda y acelerar su programa de gobierno.
Las protestas, originadas y amplificadas en las redes sociales por jóvenes de la ‘generación Z‘, han sido violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad, resultando en al menos 39 muertos, 361 heridos y 32 casos de desapariciones forzadas según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia.
Esta crisis representa un desafío significativo para Ruto, quien asumió la presidencia en septiembre de 2022. Aunque Kenia es conocida por su rápido desarrollo económico, persisten profundas desigualdades socioeconómicas que han contribuido a la agitación social y política en el país.
