Robbinsville (EE.UU.) (EFE).- Robbinsville, Estados Unidos, se encuentra el impresionante templo de Akshardham, el mayor templo hindú del mundo fuera de Asia, inaugurado en octubre pasado. Este majestuoso complejo abarca 185 acres de terreno y cuenta con diez mil estatuas talladas en 57,000 metros cúbicos de piedra, resultado de doce años de arduo trabajo. Situado en Nueva Jersey, el templo ha transformado a Robbinsville, una localidad previamente poco conocida, atrayendo a miles de visitantes.

Construido por la congregación hindú BAPS en honor al ‘yogui‘ Nilkanth Varni, quien realizó un viaje espiritual de siete años por la India, desde el Himalaya hasta Gujarat, el templo de Akshardham ofrece entrada gratuita y da la bienvenida a los visitantes con una estatua dorada de 15 metros de Nilkanth Varni. A pesar del intenso calor, el templo atrae a miles de personas diariamente, algunas para orar en el ‘mandir‘ (oratorio) y otras simplemente para admirar su magnífica arquitectura.
La organización destaca que el templo recibe decenas de miles de visitantes los fines de semana y acoge a personas de diversos trasfondos. Construido con materiales nobles importados de varias partes del mundo, el proyecto involucró a 12,500 voluntarios en Estados Unidos para ensamblar las piezas labradas por artesanos en la India.

El costo del proyecto, estimado en alrededor de 95 millones de dólares, fue financiado por donantes que prefieren mantener el anonimato, subrayando que fue un esfuerzo colectivo. Además de santuarios, el complejo incluye una tienda, restaurante y una escuela donde se enseñan principios del hinduismo y lenguas sagradas como el sánscrito y el gujarati.
Más que un centro de adoración para la comunidad hindú en Estados Unidos, Akshardham aspira a difundir el mensaje universal del hinduismo de paz y respeto por los demás, invitando a visitantes de todas las creencias a participar en momentos de reflexión y contemplación.
Este templo representa no solo un logro arquitectónico impresionante, sino también un esfuerzo por promover el entendimiento cultural y religioso en un contexto global diverso como el de Nueva Jersey, donde la comunidad hindú ha encontrado un espacio para crecer y compartir su fe con el público en general.