Cancún (México) (EFE).- El huracán Beryl ha generado una situación de emergencia en los estados mexicanos de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Un centro de operaciones en Tulum ha sido activado con la participación de autoridades militares, Protección Civil y el gobierno estatal para coordinar las acciones preventivas y de respuesta.
A pesar de que la trayectoria del huracán se ha desviado al norte de Tulum, se pronostica que toque tierra como un huracán categoría 2, con vientos sostenidos de 154 a 177 km/h, durante la noche del jueves o la madrugada del viernes. En Yucatán y Campeche, la Guardia Nacional realiza recorridos en zonas vulnerables para informar y asistir a la población.

El Aeropuerto Internacional de Cancún ha cancelado 284 vuelos, principalmente internacionales, mientras que el aeródromo de Tulum ha suspendido operaciones hasta el próximo domingo. Se ha pedido a los turistas con vuelos cancelados que no se presenten en el aeropuerto, ya que no está habilitado como refugio ante el huracán.
En Cancún, se han intensificado los esfuerzos para resguardar embarcaciones turísticas, trasladándolas a zonas protegidas como los canales entre los manglares de la laguna Nichupté. A pesar de las medidas de precaución, muchos turistas han optado por disfrutar las playas hasta el último momento, aunque el fuerte oleaje ya se hace sentir desde el mediodía.
María González Pérez, turista de Guanajuato, describe su primera experiencia con un huracán como sorprendente y inicialmente aterradora, aunque se siente más tranquila dentro del hotel donde se hospeda con su familia, gracias a la información recibida y las medidas de seguridad implementadas.

El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido zonas de prevención por huracán a lo largo de toda la costa, anticipando lluvias intensas y vientos fuertes en Quintana Roo y Yucatán. Varios municipios costeros de Quintana Roo han sido declarados en alerta roja, indicando peligro máximo.
El gobierno mexicano ha desplegado más de 13,372 efectivos de las Fuerzas Armadas y otras dependencias para hacer frente a los efectos de Beryl, que ya ha causado siete muertes en su paso por el Caribe.
En resumen, mientras el huracán Beryl se acerca a las costas mexicanas, se están tomando medidas exhaustivas para proteger a la población y a los turistas, aunque persisten desafíos significativos ante la llegada de fuertes vientos y lluvias intensas.