Ciudad Juárez, México, activistas han denunciado la trágica muerte de al menos 25 migrantes en las últimas cuatro semanas debido a ahogamientos en canales y condiciones severas en el desierto, en medio de operativos más estrictos en México y restricciones renovadas en Estados Unidos.
Según informes de la prensa y la Patrulla Fronteriza, el miércoles pasado se reportaron cuatro cuerpos en el desierto de El Paso, Texas, y otro más ahogado en un canal en la misma ciudad. También se menciona la recuperación del cuerpo de un hombre que cayó desde el muro fronterizo hacia el lado estadounidense al oeste de Ciudad Juárez, así como el hallazgo de un migrante fallecido por calor en el desierto mexicano la semana pasada.

Estas muertes se producen en un contexto de aumento de las operaciones de seguridad tanto en México como en Estados Unidos. El pastor Francisco González, director del albergue Vida y de la Red de Albergues Somos Uno por Juárez, atribuye estas tragedias a las restricciones migratorias cambiantes y a la vigilancia más intensa impuesta por Estados Unidos. Según él, estas medidas obligan a los migrantes a buscar rutas alternativas y más peligrosas para intentar llegar a su destino.
El aumento de la vigilancia ha hecho que los migrantes sean más vulnerables al clima extremo y a los grupos delictivos que operan en la región. Anteriormente, los migrantes solían llegar en tren a Ciudad Juárez, pero ahora se ven obligados a recurrir a caminos más arduos y riesgosos.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha catalogado la frontera entre México y Estados Unidos como la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo, con cientos de migrantes fallecidos o desaparecidos cada año. Rosa Mani Arias, representante de la organización humanista Avara, lamenta la falta de acción efectiva frente a esta creciente crisis humanitaria y hace un llamado urgente a las autoridades para que informen a los migrantes sobre los peligros del desierto y tomen medidas para evitar más tragedias.
En resumen, la situación en la frontera entre México y Estados Unidos sigue siendo desesperada para muchos migrantes, quienes enfrentan riesgos extremos en su búsqueda por una vida mejor, enfrentando cada vez mayores obstáculos y peligros en su camino.