«Los derechos humanos se pensaron desde Europa, con una visión muy distinta al resto del mundo, y de ahí se ha impuesto una idea que no nos dice mucho en un país como Colombia, donde por ejemplo nos decían que para garantizarlos había que hacer una política contra las drogas que sólo ha traído muertes y desplazamientos», criticó.
«Vemos cómo esa política destruye al campesino, al indígena, al afrodescendiente, encarcela a la mujer, pero nunca vimos en la guerra contra las drogas que a un banco se le incautaran los ingresos del narcotráfico», indicó en un diálogo con jefes de Estado y el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
«Desde muy pequeña escuché decir que todos nacimos libres e iguales, pero soy de un pueblo que no fue libre sino que fue esclavizado», agregó la vicepresidenta aludiendo a sus orígenes afrodescendientes.
«Nuestros ancestros fueron deshumanizados, tratados como animales, y como consecuencia de ello hemos sufrido debilidades estructurales profundas, por lo que siempre me he preguntado qué es libertad e igualdad para un pueblo que vivió la colonización y la esclavitud», subrayó.
Ahondando en la situación de su país, criticó que en él se pusiera durante años el foco en «una seguridad que ha militarizado el territorio y ha servido para que la industria armamentística se fortalezca a fuerza de los muertos y la sangre de nuestras naciones».
Ello, añadió, alimentó «una visión del enemigo interno que hizo que los colombianos nos matáramos entre sí».
«Creo que hay que cuestionarse profundamente los derechos humanos y a quiénes se aplica, pues con ellos como excusa se invaden territorios y se imponen sanciones», recalcó.
Mirando al presente, Márquez afirmó que «la sociedad civil de un país no tiene que pagar las consecuencias de un grupo terrorista, y Palestina no tiene por ejemplo que pagar el precio del terrorismo».
«Es como si en Colombia todos tuvieran que pagar por la presencia de grupos terroristas y criminales que violentan los derechos de un pueblo», aseguró, señalando que «sí hubo gobiernos que justificaron el asesinato de jóvenes bajo la excusa de exterminar la guerrilla, y lo que hicieron fue matar a una juventud inocente».
La vicepresidenta concluyó insistiendo en que «es necesario una revisión, a la luz de hoy, de los derechos humanos, para que no tengan sólo en cuenta el enfoque eurocentrista».