Dubái, (EFE).- La Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP28) abrió oficialmente este jueves en Dubái, y se prevé que sea la más concurrida de la historia de las reuniones climáticas, con una asistencia de unas 70.000 personas.
El presidente de la COP27, celebrada en 2022 en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, Sameh Shukri, fue el encargado de entregar la posta presidencial al emiratí Sultán al Yaber, quien fue elegido por aclamación por las partes para dar inicio a la reunión.
En su discurso inaugural, Al Yaber detalló que bajo su dirección y durante las próximas dos semanas, el trabajo de los negociadores de la COP28 será «avanzar por caminos sin precedentes, y llevar a todo el mundo consigo», con unas propuestas que «tengan una nueva visión con la máxima ambición, que lleven a resultados en el mundo real» y que se actúe «sin tonterías ni retrasos para que el mundo recupere la fe en el multilateralismo».
Al Yaber detalló que este encuentro arranca en el contexto de «una encrucijada» en el que, pese a los avances habidos en la lucha contra el cambio climático desde el Acuerdo de París, «todos sabemos que el camino que llevamos no llevará al destino que queremos a tiempo».
«No tenemos más opcion que ir por la vía poco convencional y ser flexibles, encontrar caminos comunes y avanzar con soluciones y lograr consenso y nunca perder de vista nuestra Estrella Polar de 1,5 grados, que es el objetivo al que voy a estar centrado con precisión laser», afirmó.
En este sentido, apuntó que la ciencia ya ha hablado respecto al cambio climático y «fue clara» ante la necesidad de encontrar un camino más ambicioso, que pasa por que en la revisión del Balance Global – los avances hacia el cumplimiento del Acuerdo de París que se analizan este año-, todos los países «tomen lecciones y corrijan con ambición sus errores».
«Finalmente vamos a tener que ver los temas de mitigación, adaptación, los medios de implementación, como la financiación…Todo unido bajo un paraguas con la mayor ambición para conectar todo lo que acordemos aquí con una acción práctica para el mundo real», dijo.
El también presidente de la petrolera estatal emiratí ADNOC, cuya presidencia de la reunión climática de la ONU ha sido criticada por grupos ambientalistas por haber puesto «al lobo al cuidado del rebaño», indicó sin embargo que su labor será incluir a todas las partes de la agenda climática, entre ellos las empresas y los productores de hidrocarburos, en este proceso «en el que todos tienen un papel urgente e inmediato para cumplir».
Al Yaber insistió también en que la financiación será clave en la reunión, con el fin de que «el Sur Global no tenga que elegir entre desarrollo o acción climática» y de que los países desarrollados cumplan su promesa para entregar 100.000 millones de dólares para abordar este asunto.
Ese punto de la financiación fue también señalado por Shukri, quien lamentó que pese a los avances de la cumbre de Sharm El Sheij, aún quedan muchas «promesas y compromisos» por cumplir en financiación.
Por su parte, Jim Skea, el nuevo jefe del comité científico climático de la ONU, el IPCC, señaló en su presentación que las políticas que hay ahora en marcha llevan al planeta camino de incumplir el objetivo de París y calentarse de media hasta tres grados (por encima de la temperatura preindustrial).
Skea recalcó no obstante los “indicios prometedores de acción climática”, como las reducciones “sostenidas” de emisiones que se han dado en algunos países y que han desviado la tendencia global de aumento de emisiones mediante medidas que “deben integrarse y extenderse” al resto del mundo.
La COP28 se prolongará hasta el próximo día 12 de diciembre y reunirá a miles de líderes globales, activistas, científicos y representantes de la industria y la sociedad en busca de soluciones en una encrucijada clave para el futuro climático y energético del planeta.