“La forma en que Israel ejerce el derecho a la defensa importa”, indicó Borrell en la inauguración de la conferencia anual de embajadores de la UE, recordando unas palabras del expresidente estadounidense Barack Obama.
El jefe de la diplomacia comunitaria recalcó que “no hay una operación militar exitosa sin una estrategia política detrás” y que “la estrategia militar de Israel también tiene que atenerse al derecho internacional, incluido el derecho que trata de evitar en la medida de lo posible la muerte y el sufrimiento de la población civil”.
“Ignorar el coste humano podría acabar siendo contraproducente”, enfatizó Borrell.
Desde el ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre que dejó más de 1.400 muertos, más de 5.400 heridos y 242 secuestrados, la operación israelí contra el grupo islamista, consistente en incursiones y bombardeos que afectan indiscriminadamente a la población civil en la Franja, ha provocado ya 9.700 fallecidos (más de 4.000 menores) y 24.800 heridos.
“No volveremos a la situación del 6 de octubre de 2023. Ésta tiene que ser una oportunidad para la paz. Éstas son las cuestiones fundamentales que tenemos que abordar. No hay solución militar al conflicto”, subrayó Borrell.
Hizo hincapié en que “sin una estrategia política, nadie puede ganar una batalla contra el terrorismo”.
«Se puede aplastar a la gente, pero en todas partes hay que buscar soluciones políticas. Aunque se desarraigue a Hamás de Gaza, esto no resolverá el problema de Gaza, por no hablar del problema de Cisjordania. Así que nuestras reacciones son siempre comprensibles, pero nunca eficaces”, concluyó.
Borrell pidió que la UE mantenga una posición “firme pero equilibrada” y que evite “importar” el conflicto a Europa e insistió en que es necesaria una solución humanitaria, que amaine la violencia y se respete del derecho humanitario internacional.
Instó a trabajar en una pausa humanitaria para que el Comité Internacional de la Cruz Roja pudiera acceder a los rehenes retenidos por Hamás, como primer paso para su liberación; a incrementar “masivamente” la asistencia humanitaria, y a evacuar a los ciudadanos de terceros países de Gaza.
“Pero lo importante es pensar en un acuerdo integral y definitivo que claramente hoy no está al alcance”, afirmó, y consideró que “ésta es la última oportunidad para la solución de dos Estados (Israel y Palestina). Si no tenemos éxito, estaremos definitivamente en una espiral de violencia y odio mutuo durante generaciones”.
Por ello, pidió “implicarnos todo lo que podamos” ya que “éste será el desafío geopolítico más importante para nosotros”.
En opinión de Borrell, “la tragedia que se está desarrollando en Oriente Medio es el resultado de un fracaso político y moral colectivo por el que los pueblos israelí y palestino están pagando un alto precio, que seguirá incrementándose”.
Recordó que, antes de que se recrudeciera el conflicto entre las dos partes el pasado 7 de octubre, las cifras de muertos y heridos que se venían produciendo desde 2008 ya “eran demasiado”.
Apuntó asimismo a la situación en Cisjordania, donde los asentamientos de colonos israelíes han ido progresando “con impunidad y violencia contra los palestinos”, y donde solo el año pasado hubo 154 víctimas palestinas y 20 israelíes.