Berlín, .- El entrenador del Bayern Múnich, Thomas Tuchel, dijo este viernes que el delantero senegalés Sadio Mané ha reconocido su error -tras agredir a su compañero Leroy Sané- y que se ha disculpado de forma convincente.
«Lo conozco, conozco su entorno, sé que es un profesional completo. Nunca había hecho nada similar. Cualquiera tiene derecho a cometer un error, esto fue demasiado, también contra el código de conducta del Bayern. El lo ha visto así y se ha disculpado de forma convincente», dijo Tuchel.
«Se comportó de manera ejemplar después, dio la cara y se disculpó. A veces uno quisiera que esas cosas quedaran en el vestuario pero eso es mucho pedir», agregó.
Tuchel dijo que el no había sido testigo directo de la agresión, que se produjo en el vestuario tras la derrota por 3-0 ante el Manchester City. Lo importante era resolver el caso de forma rápida y tratar de pasar página, según el entrenador.
«Como era algo que nos ocupaba y que había sido grave teníamos que resolverlo antes del siguiente entrenamiento. Con ello hemos despejado el aire de manera que podemos entrenar juntos», dijo.
«No somos el primer equipo que se enfrenta a algo así ni seremos el último. La manera como los dos implicados se han comportado después ha tenido algo purificador», añadió.
Mané ha sido excluido, como sanción, de la convocatoria del partido de mañana ante el Hoffenheim y deberá pagar una multa. Según Tuchel con ello el asunto queda saldado y sólo tendrá consecuencias para este fin de semana.
En algunos medios se barajó la posibilidad de que Mané fuera excluido del equipo de forma definitiva y posteriormente se dijo que el propio Sané había salido en su defensa para evitar ese extremo. El incidente de Manchester recordó otro ocurrido en 2012 cuando, durante el descanso en medio de un partido de semifinal de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, Franck Ribery le propinó un puñetazo a Arjen Robben con quien había tenido antes una discusión en el campo.
En la temporada siguiente el Bayern ganó la Liga de Campeones y el gol de la victoria en la final, por 2-1 ante el Borussia Dortmund, lo marcó Robben a pase de Ribery.