Túnez,.- Al menos 19 migrantes murieron este domingo y otros cinco fueron rescatados, todas originarios del África subsahariana, después de que la embarcación precaria en la que viajan naufragara frente a la costa tunecina de Mahdia (sur), reveló hoy a EFE el portavoz del Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), Romdhane Ben Amor.
Este es el tercer naufragio mortal en 72 horas, que suma al menos 24 fallecidos y 62 personas en paradero desconocido mientras otras 40 han sobrevivido. Una treintena de organizaciones acusaron este viernes al Ministerio del Interior de represión contra las campañas humanitarias para ayudar a las personas migrantes después de que el presidente, Kais Said, les acusara de formar parte de un complot para cambiar la demografía y la identidad «arabo-musulmana» del país.
El último informe del FTDES revela que, desde el inicio del año, las fuerzas de seguridad han interceptado a cerca de 10.000 migrantes frente a las 3.000 durante el mismo periodo del año pasado. Este repunte de llegadas a las costas italianas, a 150 kilómetros de distancia, coincide con una campaña de detenciones y ataques xenófobos contra ciudadanos subsaharianos después del discurso del presidente, que defendió no ser racista «porque tiene amigos africanos» y acusó a sus detractores de tergiversar sus palabras para perjudicar al país.
Tras las críticas de la comunidad internacional, el Gobierno anunció medidas para facilitar la residencia legal y la repatriación voluntaria así como una línea telefónica de ayuda.
Sin embargo, cientos de ellos, en su mayoría de Costa de Marfil y Guinea, han solicitado el retorno voluntario a sus respectivos países después de haber perdido sus trabajos- a menudo informales- y, en algunos casos, haber sido expulsados de sus viviendas por los propietarios.
Según estadísticas del Ministerio del Interior italiano, el pasado año llegaron a sus costas más de 18.000 migrantes tunecinos- 4.000 de ellos menores- y al menos 600 personas perdieron la vida en su intento por atravesar el Mediterráneo Central, que incluye también la costa de Libia, y que está considerada la ruta migratoria más mortífera del mundo.