Hamburgo, (EFE).- La cantante colombiana Shakira pasó por Hamburgo dispuesta a trasladar a los líderes del G20, de la alemana Angela Merkel al argentino Mauricio Macri, su voz en favor de la acceso universal a la educación, además de apremiarles a que se pongan a trabajar en ello.
«Me gustaría ver a Merkel, una líder muy respetada, más involucrada en la ayuda a la educación. No sólo a la educación en Alemania, sino de los países pobres. Le diría, como al resto de los líderes, ‘anden, pónganse a trabajar el futuro de los niños'», apuntó en entrevista a Efe la cantante barranquillera.
Shakira, una de las estrellas del «Global Citizen Festival» junto con el grupo Coldplay, celebrado la víspera de la cumbre del G20, apuntó al respecto que «vivimos en un mundo tan globalizado que no podemos dar la espalda a quienes no están bien y limitarnos a tomar medidas insulares, domésticas».
«Nada de lo que pasa en una parte del mundo no afecta al resto», sostiene, «no podemos pensar que en un país rico las cosas están bien, cuando la mitad de la población infantil no va a completar su formación escolar o no desarrollará las competencias necesarias, porque desertará de la escuela para ir a trabajar».
Apuntalada en el exprimer ministro británico Gordon Brown, embajador de la ONU para la Educación Global, con quien lleva años cooperando -«le conocí en 2005, desde entonces seguimos en diálogo», apunta-, Shakira llevó su mensaje al «Global Citizen», un festival comprometido con la lucha por un mundo mejor.
«Mantenemos una alianza para avanzar en la creación de una entidad de financiación, similar a las existentes en la lucha contra la malaria o el sida, aplicada al objetivo del acceso a la educación», explicó respecto a su trabajo con el político británico.
La cantante ha plasmado ya este compromiso en otros foros, como el de Davos, la gran cita del mundo económico y empresarial que se celebra todos los años en dicha ciudad suiza, es embajadora de buena voluntad de Unicef y creadora de la Fundación Pies Descalzos, destinada a promover la educación pública para todos en Colombia.
Además, colabora con ALAS, una organización sin ánimo de lucro que se creó por un grupo de líderes latinoamericanos para promover el desarrollo integral de la primera infancia en la Región.
Con el apoyo de Brown ha reclutado 140.000 firmas apoyando su iniciativa, centrada en la cuarta meta declarada para un Desarrollo Sostenible, que es el acceso universal a la educación para 2030.
En esta ocasión, su escenario fue Hamburgo, una ciudad convertida en un bastión por el enorme dispositivo de seguridad desplegado ante la cita de los líderes de las veinte grandes potencias económicas o países emergentes, sacudida por violentos disturbios desde ayer.
«La violencia nunca es la solución. Hay cuarenta conflictos actualmente en el mundo. La gente quiere que se escuche sus críticas a los líderes, pero hay que colocar estas materias en el centro de la discusión a través de chats, en el puesto de trabajo, con nuestros compañeros o vecinos», apuntó.
Ella misma, contó, trata de explicarles «de a poco» a sus hijos, y del futbolista Gerard Piqué, que «la educación no es un lujo», sino un derecho.
El festival hamburgués contó con la intervención de varios líderes del G20, como el canadiense Justin Trudeau, la noruega Erna Solberg o el mismo Macri, además del vicecanciller y ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel.
Macri, a quien le corresponderá presidir el G20 en 2018, invitó a la multitud a acudir a Buenos Aires el próximo año a mantener su compromiso con el mundo mejor que representan y, en especial, a Shakira.
«Seguramente estaré ahí», explicó hoy la cantante, orgullosa como colombiana de que Latinoamérica pueda ser el siguiente escenario en la cita anual del «Global Citizen» y también de haberle «traspasado al presidente Macri la responsabilidad de asumir esos compromisos».
Respecto a otro compromiso surgido sobre el escenario, cuando el líder argentino expresó ante la multitud su deseo de tener en Buenos Aires «la oportunidad de bailar y cantar con Shakira», la cantante se mostró entre irónica y escéptica.
«Lo de bailar, lo tenemos que discutir», respondió, a la pregunta de si acepta tal desafío. «Pero lo de trabajar juntos por el acceso universal a la educación es urgente e importante», atajó. EFE